Conectate con nosotros

HOY ESCRIBE EN LA NOTICIA

¿Qué es la gratitud? Aquí los beneficios de practicarla

Publicado

en

Redactado por: Psicóloga Violeta Gutiérrez

Numerosos estudios realizados en el marco de la psicología positiva han evidenciado el papel tan importante que juega la gratitud en nada más y nada menos que nuestra felicidad.  Hay quién puede pensar que empezará a ser agradecido cuando haya encontrado la felicidad. Empieza a practicar la gratitud para sentirte más feliz. Vivimos en una sociedad de consumo en la cual se presta atención a lo que falta en vez de valorar todo lo que ya se tiene. Uno de los grandes desafíos es tomar consciencia y dar las gracias por las cosas buenas de la vida.

Definición de la gratitud

La gratitud es un sentimiento y una actitud de reconocimiento por un beneficio, un gesto o un favor recibido. Se acompaña de un deseo de corresponder el favor de alguna manera. Está íntimamente vinculado con el agradecimiento, ya que agradecer significa manifestar gratitud. Al hablar de un favor recibido, corremos el riesgo de limitar este concepto al agradecimiento que podemos sentir hacia otra persona. La gratitud va más allá de eso e incluye entre otros:

  • Agradecer a los demás por lo que hacen y por lo que son.
  • Agradecerse a uno mismo, por lo que somos y lo que hacemos.
  • Agradecer a la vida, a la sociedad, a las circunstancias, por permitirnos ser, hacer y tener.

La gratitud es una forma de dar las gracias por todas las cosas positivas que tenemos en la vida. Ha sido, desde hace miles de años, uno de los pilares de las principales religiones. No obstante, la ciencia no le ha dado mucha importancia hasta el inicio del siglo XXI. El creciente interés por la gratitud ha llegado de la mano de la psicología positiva y el estudio sistemático de todo lo que influye en nuestra percepción de bienestar.

¿Podemos decir que la gratitud consiste en decir «gracias» por todo? ¡Por supuesto que no!

No se trata de dar las gracias de forma indiscriminada, sino de hacer un ejercicio de observación y sinceridad para identificar todo aquello de lo cual estamos profundamente agradecidos. Y no tiene por qué ser algo extraordinario. Conviene agradecer cosas sencillas que solemos dar por hecho. Te dejo algunos ejemplos de cosas de las cuales puedes agradecer:

  • Estar vivo y tener buena salud.
  • Tener una familia maravillosa.
  • Tener amigos con los que compartir los buenos y malos momentos.
  • Tener dinero suficiente para cubrir todas tus necesidades básicas.
  • Tener la capacidad de conseguir tus metas.
  • Poder disfrutar de pequeños momentos de felicidad con la familia, mis amigos…
  • Recibir un favor de alguien que no espera nada a cambio.
  • Intercambiar una sonrisa sincera con un desconocido.

¿Cuáles son los principales beneficios de la gratitud?

Una gran cantidad de estudios recientes vinculados con la psicología positiva han sugerido que las personas que son más agradecidas tienen un mayor nivel de bienestar subjetivo. Esto redunda en una serie de beneficios, como, por ejemplo:

  • Sentirse más feliz

Como ya te comentaba en mi artículo sobre la felicidad, una forma sencilla de definirla es como la suma de bienestar y consciencia de este bienestar. Cuando empezamos a mostrar agradecimiento por todo lo positivo que tenemos en la vida, entonces aumentamos la toma de consciencia de nuestro bienestar, lo que nos lleva a más felicidad. Si el pensamiento positivo es una puerta hacia una vida más feliz, la gratitud es la llave. Nos lleva a un acto voluntario de toma de consciencia de nuestro bienestar.

  • Ser más optimismo y compensar el sesgo de negatividad

Los seres humanos, tenemos un sesgo de negatividad que nos lleva a prestar más atención a las cosas negativas. La práctica de la gratitud puede ayudar a compensar este efecto, prestando una atención voluntaria a lo positivo. ¡Cuidado! No estoy diciendo que haya que pintarlo todo de color de rosa. Tan sólo empezar a fijarse en lo que ya está. La gratitud es una buena vacuna contra el pesimismo. Las personas agradecidas ponen el foco en lo que sí tienen, y no en lo que les hace falta. Con un poco de entrenamiento, se vuelve un superpoder que nos permite fijarnos principalmente en los detalles positivos que nos rodean.

  • Vivir los momentos de bienestar con más consciencia y plenitud

Una vez que aprendamos a reconocer las situaciones, personas, circunstancias que nos hacen sentir bien, seremos capaz de disfrutarlas con más intensidad. La gratitud es una buena manera de darnos cuenta de las cosas buenas que tenemos sin necesidad de esperar a perderlas, por ejemplo, la salud cuando llega la enfermedad, un baño caliente cuando se estropea el boiler, el trabajo cuando nos despiden, la pareja cuando nos deja.

  • Mejorar las relaciones sociales

La gratitud, cuando se enfoca a las personas que nos rodean, permite mejorar las relaciones sociales. Si me acostumbro a expresar mi gratitud a las personas que me rodean, les estoy dando un motivo para sentir a su vez gratitud hacia mí. Esto genera un círculo virtuoso que fortalece los vínculos sociales.

  • Dormir mejor

Aunque resulte sorprendente, puedo decirte por experiencia propia que la gratitud contribuye a un mejor sueño. Y si no me crees, un estudio demostró que las personas que dedicaban de 5 a 15 minutos para practicar la gratitud antes de acostarse reportaron dormirse más rápido, descansar por más tiempo y tener una mejor calidad de sueño.

  • Valorar para superar situaciones adversas

En las situaciones adversas, la gratitud nos ayuda valorar, recordando y apreciando lo que tenemos en vez de centrarnos en lo que nos hemos perdido.

 

 

Contacto:

Facebook: Psicóloga Violeta Gutiérrez

Instagram @psicologagutierrez

Continuar leyendo
Haz click para comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

HOY ESCRIBE EN LA NOTICIA

¿Conoces la rama de la psicología relacionada con la obesidad? Aquí te dejo el nuevo tratamiento psicológico de la obesidad

Publicado

en

Por

Psicóloga Violeta Gutiérrez | Camargo, Chihuahua – 13 marzo, 2025

Podríamos definir la psicología de la obesidad como la rama que se encarga de la detección, diagnóstico y tratamiento de aquellas dificultades psicológicas relacionadas con la obesidad, así como de la prevención y promoción de la salud de conductas alteradas relacionadas con problemas de peso.De manera práctica y útil nos acercaremos a conceptos y aclaraciones sobre aquellos elementos psicológicos ligados a las personas que padecen un problema de peso, ya sea en grado de sobrepeso u obesidad.

Existen una serie de alteraciones psicológicas que podemos observar en las personas con obesidad. Por este motivo, conviene tener tratar a todas las personas que buscan ayuda para combatir el exceso de peso desde una perspectiva integral y profunda, basándonos en generar cambios que no sean básicos si no que estén enfocados en ir más allá, a que se transformen de manera profunda e integral. Los aspectos son los siguientes:

Distorsión o insatisfacción de la imagen corporal

Las personas que padecen obesidad tienen una imagen corporal negativa y/o distorsionada que se aleja de la realidad. Ambas realidades generan malestar, sufrimiento e incluso rechazo, que conviene trabajar y readaptar para liberar esta insatisfacción corporal.

Descontrol, desorden y alteraciones en el comportamiento/ relación con la comida

Aquí entran en juego múltiples elementos, desde aquellos aspectos que cada persona tiene en cuenta a la hora de alimentarse, de escoger lo que come, cómo lo come, etc.. Hasta aspectos más esenciales como patrones o tendencias familiares, gestión de nuestras emociones ligadas a la comida, etc.

Trastornos psicológicos como: ansiedad y depresión

Tanto la ansiedad como la depresión dificultan el bienestar de la persona y en el contexto de la obesidad, son una barrera que dificulta el tratamiento, conviene tenerlos en cuenta, evaluar su existencia y evaluar la necesidad del trabajo terapéutico enfocado a la mejora de los mismos.

Dificultades en las relaciones

Se puede dar el caso que presente dificultades en las relaciones sociales y/o familiares, ya sea por causas externas como el valor social de la delgadez y el aislamiento de la persona que no cumple con él, o bien por causas internas propias del individuo que atienden a dinámicas familiares y que pueden estar favoreciendo el problema del peso. Además, en personas con obesidad se da con mayor frecuencia dificultades en el área sexual, con consecuencias psicológicas a considerar.

Baja autoestima

Es una realidad muy ligada a las personas que padecen sobrepeso u obesidad. Aunque no se da en el 100% de los casos pero sí en muchos de ellos, además de estar muy ligada a la imagen corporal negativa que comentábamos al inicio. Tanto la valoración que hacemos de nuestro físico como la valoración de nuestra persona determinan muchos de nuestros actos. Si una persona solo se centra en valorarse por las cifras de peso y ve que siempre son negativas, es muy probable que viva con un continuo malestar y rechazo hacia ella misma y se le dificulte no solo el tratamiento si no el bienestar del día a día.

Hábitos inadecuados de estilo de vida

El caos en la alimentación puede llevar a que se contagie al caos en otros hábitos como la actividad física, el descanso, etc. La dificultad añadida en casos de sobrepeso y obesidad es el mantenimiento de los logros y los cambios conseguidos ya que se trata de cambios superficiales que no se mantienen a largo plazo y que dificultan a su vez, la motivación, una buena salud y la adherencia al tratamiento.

La intervención psicológica en obesidad es cada vez una realidad más necesaria e imprescindible. El tratamiento psicológico pretende dar solución a todos los posibles problemas que la persona padece entorno al problema del peso, de forma adaptada y englobando desde problemas interpersonales como problemas relacionales de pareja, etc.Cada caso es distinto y no conviene caer en generalidades, pero existen una serie de objetivos terapéuticos iniciales que se centran en dar solución cuando se inicia un proceso de terapia en casos de obesidad y que van mucho más allá de un objetivo específico o de una dieta hipocalórica. Entre ellos, destacamos 6:

1. Diferenciar si existe un problema de trastorno del comportamiento alimentario ya que en muchos casos con sobrepeso y obesidad convive una alteración de la conducta alimentaria como el trastorno de atracones o la bulimia nerviosa.
2. La existencia de la obesidad como causa de aquellos desajustes que sean más necesarios para trabajar y con tal de valorar en cada caso el funcionamiento de la persona y las variables implicadas, que están manteniendo el problema de peso.
3. Normalizar la relación con la comida y con el cuerpo como constructo de imagen corporal, basada en la aceptación, en la compasión y en la satisfacción.
4. Un trabajo conjunto integral y multidisciplinario, donde es imprescindible el binomio constante de comunicación – coordinación con otros profesionales implicados en la mejora de la condición de la obesidad: nutricionistas, médicos especialistas, maestros de educación física, etc. o bien en aquellos que de una manera u otra pueden jugar su papel decisivo en un momento determinado (como por ejemplo un trabajador social o un formador).
5. Trabajar la autoeficacia, la motivación, la psico-educación y el control interno y otros aspectos que tienen un papel activo y directo en el mantenimiento de hábitos saludables al estilo de vida, en cuanto a: alimentación, ejercicio físico, ritmo de sueño, para lograr una mejora de la salud y la calidad de vida de la persona.
6. Ofrecer muchas y variadas herramientas que se adapten a las necesidades de la persona herramientas, hay muchas y muy variadas y a cada persona le puede resultar útil o no aplicar cada una de ellas. El autoconocimiento de cada persona es clave para determinar una transformación y un cambio permanente frente a un problema, en este caso, un problema relacionado con el exceso de peso.

Contacto: email: violetags14@gmail.com

Facebook: Psicóloga Violeta Gutiérrez

Instagram @psicologagutierrez

Continuar leyendo

HOY ESCRIBE EN LA NOTICIA

8M: Sororidad, la alianza entre mujeres que lo cambia todo

Publicado

en

Por

Psicóloga Violeta Gutiérrez | Camargo, Chihuahua – 06 marzo, 2025

Solidaridad, hermanamiento, complicidad o alianza entre mujeres, todo ello es la sororidad. Un término que inspira al movimiento feminista y que, dicen, es clave para crear redes de mujeres que caminen juntas hacia la igualdad.

El 2018 trajo consigo la incorporación a la RAE de este término, una de las palabras más esperadas por el movimiento de las mujeres. Bajo la definición de agrupación que se forma por la amistad y reciprocidad entre mujeres que comparten el mismo ideal y trabajan por alcanzar un mismo objetivo, sororidad ya tiene su hueco en la academia.

Origen de la sororidad entre mujeres

El término sororidad proviene de la palabra inglesa sisterhood, utilizada en los años 70 por Kate Millet, referente del feminismo de la segunda ola y autora de Política sexual.Años más tarde, la académica mexicana, Marcela Lagarde, utilizó la versión en español, sororidad, por primera vez desde una perspectiva feminista tras verlo en otros idiomas, encontré este concepto y me apropié de él, lo ví en francés, ‘sororité’ y en ingles, ‘sisterhood. Lagarde la define como una forma cómplice de actuar entre mujeres y considera que es una propuesta política para que las mujeres se alíen, trabajen juntas y encabecen los movimientos.

Sin embargo, el significado de sororidad fue usado mucho antes por Miguel de Unamuno en su novela Tía Tula (1921). Así 50 años antes de que adquiriera un significado feminista, Unamuno ya se extrañaba de que junto a «fraternal» y «fraternidad» (de frater, hermano) no existiera «sororal» y «sororidad».

De este modo el escritor fue el primero que defendió esta palabra para cubrir una carencia léxica y poner nombre a el amor de la hermana.

La sororidad siempre ha sido algo intrínseco al feminismo y más ahora que hay un resurgimiento del movimiento de las mujeres, esta lucha nace como proyecto colectivo para todas las mujeres y va creciendo en red. Todas coinciden en que supone el apoyo y la alianza entre mujeres, se define como solidaridad entre mujeres, una empatía y un acercamiento hacia otras mujeres y también es una hermandad de mujeres que te ayudan.

No es raro encontrarse mensajes de sororidad en las manifestaciones del 8M, dónde algunos de los mensajes más repetidos son: la de al lado es compañera no competencia, si tocan a una, nos tocan a todas o un clásico actualizado, por mí y por todas mis compañeras.

También fueron ejemplo de sororidad y justicia social las movilizaciones de 2018 contra la primera sentencia de La Manada para gritarle a la superviviente no estás sola o hermana, yo sí te creo, provocaron que la sentencia fuese revisada por el Tribunal Supremo, que la recalificó como violación.

Comportarse con sororidad es básicamente pensar que tienes elementos de opresión en común con las mujeres que tienes a tu alrededor, las mujeres son naturalmente colaboradoras y naturalmente amigas.

Rebeldía ante la competencia entre mujeres

De este apoyo entre mujeres de dónde sale el mejor espíritu del feminismo, el de la solidaridad como forma de lucha contra las desigualdades. Por ello define sororidad como un pacto entre mujeres frente al modelo de competencia que impone el patriarcado. Los hombres con poder están más tranquilos cuando nos estamos peleando entre nosotras, por ello la sororidad es fundamental entre las mujeres.

El cuidarse entre mujeres siempre ha sido una forma de vida, algo que hemos cuidado y alimentado mucho, pero la novedad está en la sororidad como rebeldía al patriarcado y a su modelo de enfrentamiento entre mujeres. Este ambiente de competitividad entre mujeres es uno de los grandes engaños del patriarcado y es un enorme esfuerzo que ha hecho para dividirnos. Existe el mito de que las mujeres son muy astutas, muy poco de fiar, competidoras y muy malasentre ellas.

La alianza entre mujeres lo cambia todo. La sororidad es clave porque las mujeres empiezan a trabajar con personas que entienden sus problemas. Supone una nueva forma de mirar a las mujeres que te rodean, desde el respeto, el cuidado mutuo y creando redes para cambiar las estructuras de poder. Sólo así se consiguen representantes que, de verdad, entienden lo importante que son los cuidados, la igualdad de salario o que tienes que salir del trabajo para ir a cuidar un hijo enfermo.

Sororidad también es ayudar a que otras mujeres asciendan. Por ello, anima a todas las que hayan conquistado una posición de poder a que eleven a sus compañeras en vez de quedarse cómodamente en su posición. Por el poder de cambio que reside en la palabra, es útil explicarla y difundirla porque, se invisibiliza su potencia. En violencia machista el apoyo y la comprensión entre mujeres es muy importante, el tener una amiga o alguien cercano que escucha, es importantísimo para las mujeres que están sufriendo maltrato, porque escuchar con atención ya es terapéutico.

Es la única manera de que las mujeres se sientan comprendidas y se den cuenta de que no son bichos raros, que no se trata de casos aislados. Para muchas de ellas, los espacios de mujeres suponen la primera vez que se han sentido comprendidas, apoyadas y donde no se han sentido increpadas.

En la cultura hay una falta de referentes de sororidad, mientras en las pelis pop podemos ver el valor de la lealtad y el grupo en los hombres, no es tan frecuenta la hermandad y noción de grupo entre mujeres. El lenguaje ha invisibilizado el grupo femenino y la hermandad entre mujeres, comparando lo extendido que está el uso de fraternidad, hermandad entre hombres, frente al desconocimiento de la sororidad.

 

Contacto: email: violetags14@gmail.com

Facebook: Psicóloga Violeta Gutiérrez

Instagram @psicologagutierrez

Continuar leyendo

HOY ESCRIBE EN LA NOTICIA

¿Qué es y cómo se desarrolla la resiliencia?

Publicado

en

Por

Nota por: Psicóloga Violeta Gutiérrez

El término resiliencia es originalmente un concepto de física y se refiere a la propiedad que algunos cuerpos tienen de volver a su forma original después de sufrir una deformación elástica.

La psicología usa este término para referirse a la capacidad de las personas para adaptarse a dificultades, traumas, amenazas, tragedias o fuentes importantes que pueden causar estrés. Tales como problemas familiares y de relación, problemas relacionados con la salud o factores estresantes financieros o laborales. Significa retirarse de las experiencias difíciles.

El dolor y la tristeza emocional son comunes en las personas que han sufrido grandes adversidades o traumas en sus vidas. El camino de la resiliencia implica gran angustia emocional.La resiliencia no es una característica definitoria, ya sea que la gente la tenga o no. Ser resistente implica comportamientos, pensamientos y acciones que se pueden aprender, ejercitar y desarrollar en cualquier persona.

Las personas resilientes pueden confiar mejor en sí mismas, sus habilidades para liderar y enfrentar los desafíos que la vida impone. Como tal, las personas más resistentes tienden a ser más proactivas y más capaces de trabajar más para evitar que ocurran ciertos problemas y enfermedades.

Son varios los factores que contribuyen a la capacidad de recuperación de una persona, y muchos estudios muestran que el factor principal para lograr la capacidad de recuperación es tener relaciones emocionales y de apoyo dentro y fuera de la familia. Las relaciones que crean amor y confianza, tranquilizan y ayudan a reforzar la capacidad de recuperación de una persona:

Varios otros factores están asociados con la resiliencia, algunos de ellos son:
La capacidad de hacer planes realistas y tomar medidas para llevarlos a cabo.
Una visión positiva de ti mismo y confianza en tus fortalezas y habilidades.
Habilidades de comunicación y resolución de problemas.
La capacidad de manejar sentimientos e impulsos fuertes.
Todos estos son factores posibles para trabajar y adquirir.

Construir y desarrollar resiliencia es una tarea personal, y vale la pena recordar que no todas las personas responden de la misma manera a los eventos traumáticos y estresantes de la vida, por lo que una estrategia para desarrollar resiliencia que funcione para una persona puede no necesariamente funcionar para otra.

Pasos para construir resiliencia en tu interior

1. Practica una actitud positiva

Las personas resilientes trabajan para resolver un problema en lugar de quedar paralizados por la negatividad. Tomemos un ejemplo simple para entender esto: si tu jefe ha reducido tus horas de trabajo, puedesdesarrollar un aspecto diferente y verlo como una oportunidad para explorar otras opciones de trabajo. A la larga, esto puede conducir al crecimiento profesional.

2. Acepta el cambio como parte de tu vida

Algunas metas pueden no ser alcanzables como resultado de situaciones adversas, sobre las cuales a veces ni siquiera tenemos control. Aceptar circunstancias que no se pueden cambiar puede ayudarte a enfocarte en circunstancias que puede cambiar.

3. Mantente flexible

Las personas más resistentes esperan enfrentar desafíos en diferentes momentos de sus vidas. Estas personas pueden ajustar sus objetivos y encontrar formas efectivas de adaptarse a las situaciones.

4. Tomar medidas decisivas

Intenta hacer este entrenamiento personal, intentaactuar en situaciones adversas tanto como puedas. Toma medidas decisivas, en lugar de simplemente tratar de escapar o separarse por completo de los problemas y tensiones, deseando que simplemente desaparezcan.

5. Avanza hacia tus metas u objetivos

Desarrolla algunos objetivos realistas. Intenta hacer algo diariamente, incluso si parece un logro insignificante, que te permitirá avanzar hacia tus objetivos. En lugar de centrarse en tareas que parecen inalcanzables, pregúntate; ¿Qué puedo hacer hoy que me ayude a avanzar en la dirección correcta?

6. Busca oportunidades de autodescubrimiento

Las personas a menudo aprenden algo sobre sí mismas y pueden descubrir que han crecido de alguna manera como resultado de su lucha por la pérdida. Muchas personas que han sufrido tragedias y dificultades han reportado mejores relaciones, una mayor sensación de fortaleza, una mayor autoestima, una espiritualidad más desarrollada y una mayor apreciación de la vida.

7. Cuídate 

Ten en cuenta tus propias necesidades y sentimientos. No abandones las actividades que te hacen feliz y que te relajan.

8. Desarrollar buenos hábitos.

Haz ejercicio regularmente, tenga una dieta equilibrada, cultive buenas lecturas y date tiempo para meditar.

Otras formas de fortalecer la resiliencia pueden ser útiles. Por ejemplo, algunas personas escriben sobre sus pensamientos y sentimientos más profundos relacionados con el trauma u otros eventos estresantes en su vida. La meditación y las prácticas espirituales ayudan a algunas personas a construir conexiones y restaurar la esperanza.

Contacto: email: violetags14@gmail.com

Facebook: Psicóloga Violeta Gutiérrez

Instagram @psicologagutierrez

Continuar leyendo

#Tendencias