HOY ESCRIBE EN LA NOTICIA
Los 8 problemas más frecuentes en las relaciones de pareja

Redactado por: Psicóloga Violeta Gutiérrez Solís
Los problemas más frecuentes en una relación no solo tienen que ver con las discusiones y estallidos de ira, a veces también se presentan a través de hábitos que incluso pueden ser asumidos como algo natural, quedando normalizados. Aquí te cuento cuales son los principales motivos por los que una pareja tiene problemas:
1.Celos. – Los celos son uno de los principales motivos de desconfianza y mala comunicación dentro de una pareja, rompiendo en ocasiones la privacidad del otro, dañando de manera profunda el vínculo amoroso con la persona.
Los celos están relacionados a problemas de autoestima, además de muchas creencias limitantes y distorsionadas, acerca de cómo se relaciona una pareja y agravar con esto los conflictos en la relación.
- Comunicación pasivo-agresiva y el uso de la culpa
Existe una comunicación disfuncional, en la que una persona deja implícito que la otra tiene motivos para sentirse culpable, pero sin llegar a explicar de todo el por qué. Ante la ambigüedad y falta de comunicación, la otra persona siente que efectivamente ha hecho algo mal y siente culpa sin saber exactamente el comportamiento que debería de corregir, lo mejor es crear una vía de comunicación inteligente donde se llegue a acuerdos y se eviten conflictos.
- Falta de un proyecto de vida en común
Este es uno de los problemas mas frecuentes en las relaciones de pareja, en ciertos casos la falta de tiempo juntos puede consistir en falta de acuerdos y exceso de responsabilidades, mientras que otros pueden pasar mucho tiempo juntos, pero no se saben comunicar entre ellos.
- Incompatibilidad sexual.
La sexualidad es una situación muy importante en la pareja, aunque aun en la actualidad se considera un tema tabú para la misma pareja, por otro lado, se teme exponer de manera libre sus vulnerabilidades como persona. Entre los problemas mas comunes esta la diferencia de libido o energía sexual de una persona y la otra, y no conocerse bien en ese ámbito y miedo a expresar lo que nos gusta, miedo a la crítica y al rechazo.
- Mala convivencia y reparto de responsabilidades.
Los pequeños detalles de la convivencia en el día a día tienen una gran importancia, otra situación frecuente es discutir sobre las tareas del hogar y la crianza de los hijos, independientemente del sexo al que corresponde.
6.Distintos proyectos de vida.
Cuando una pareja se conoce y empieza la relación, durante l etapa de enamoramiento, hay muchas situaciones que dejamos pasar de largo, y esas situaciones se presentan mas tarde. Cuando no se coincide en un plan de vida bien estructurado y a largo plazo, o cuando alguno quiere una relación seria y el otro no, suele ser muy frustrante, pues ya invertiste amor, tiempo, dinero y energía en tu relación y de solo pensar que podría terminar puede ser una situación muy dura.
- Desatención.
El ritmo de vida en la actualidad es algo acelerado, muchas responsabilidades, muchos pendientes, estamos tan ocupados en nuestra vida que olvidamos estar pendiente de nuestra pareja. Es muy importante preguntarle como esta, como se siente, tener tiempo para la pareja y hacerla sentir, que es una prioridad en tu vida.
- Mala Comunicación
Las relaciones de pareja existen porque existen un dialogo constante y que si el dialogo se interrumpe, la relación estará en peligro, es importante entablar el diálogo y poder llegar a acuerdos, aprendiendo a escuchar al otro sin interrumpir, diga lo que diga.
Si descubres que estas atravesando por conflictos de pareja y te identificas con alguno de los problemas anteriormente mencionados, te invito que por favor elijas a tu psicolog@ de confianza más cercano.
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Resiliencia: Desarrolla habilidades para resistir frente a las dificultades

Redactado por: Psicóloga Violeta Gutiérrez ; 14 de agosto del 2025
Resiliencia significa poder adaptarse a las desgracias y a las dificultades de la vida. Cuando tienes resiliencia, aprovechas tu fuerza interior para reponerte de un contratiempo o un desafío, como la pérdida de un empleo, una enfermedad, un desastre o la muerte de un ser querido. Si te falta resiliencia, es posible que te bloquees con problemas o que te sientas una víctima. Podrías sentir agobio y recurrir a formas poco sanas de afrontarlo, como consumir drogas o alcohol, trastornos alimentarios o conductas riesgosas. La resiliencia no solucionará tus problemas. Sin embargo, puede ayudarte a dejarlos de lado, encontrar formas de disfrutar la vida y controlar mejor el estrés. Si no eres tan resiliente como te gustaría ser, puedes aprender cómo aumentar esta capacidad.
La resiliencia significa ser capaz de afrontar eventos difíciles. Cuando pasa algo malo, sientes ira, sufrimiento y dolor. Sin embargo, puedes seguir adelante, tanto física como psicológicamente. La resiliencia no significa tolerar una situación difícil ni afrontarla tú solo. De hecho, ser capaz de buscar el apoyo de otras personas es un componente fundamental de la resiliencia.
La resiliencia puede ayudarte a proteger de afecciones de la salud mental, como depresión y ansiedad. También puede ayudarte a afrontar situaciones que aumentan el riesgo para afecciones de la salud mental, como sufrir acoso o un trauma. Si tienes una afección de la salud mental, la resiliencia puede ayudarte a afrontar mejor una situación.
Si quieres ser más resiliente, prueba algunos de estos consejos:
1. Auto observación y Autoconocimiento
Conocernos mejor y fortalecer nuestras cualidades nos permiten una adaptación positiva al cambio.
2. Cuida cómo te hablas, qué te dices. Confía en tus capacidades
Háblate con cariño, con respeto. Sé flexible contigo mismo o contigo misma, tolera tus momentos de malestar sin culparte por sentirlos. Permítete sentir. Equilibra tus recursos, sin caer en la autoexigencia o el perfeccionismo, respetando tus ritmos, sin dejarte arrastrar por la presión, recordándote tus capacidades.
3. Humor y sonrisa ante las dificultades
Fomenta las emociones placenteras, los momentos agradables, distendidos, divertidos. Te ayudarán a desconectar, a liberar tensión y a coger fuerzas. Fomenta las ilusiones, las motivaciones y la esperanza.
4. Busca un aprendizaje, un enfoque positivo ante la adversidad
Una dificultad puede ser una oportunidad para aprender y entrenar tus capacidades. No te centres en el problema y en la queja. Ve en la búsqueda de soluciones. Aprende de la experiencia.
5. Salud emocional y Equilibrio Emocional
Identifica, analiza y regula lo que sientes. Todo es emoción, tú eres emoción, las emociones guían tus decisiones, tus motivaciones y tus ilusiones. Aprende a identificaras, a regularlas, a tolerarlas, a aceptarlas, a racionalizarlas, para decidir TÚ cómo quieres vivir, fomentando tu bienestar y tu serenidad.
6. Comparte emociones. Fomenta la expresividad
Las personas resilientes liberan sus emociones ante situaciones adversas, expresan lo que sienten y piensan, y lo hacen sin generar daño a otras personas. Esto les ayuda a liberar tensión acumulada. Es muy inteligente dejarse ayudar y pedir ayuda cuando la necesites.
7. Contacto social
Elige con quién quieres vivir, quién quieres que te acompañe, con quién quieres crecer, aprender y compartir tu tiempo. Elimina los deberías, las obligaciones y presiones autoimpuestas. El contacto social te hace tener una mente más abierta, más flexible, más tolerante ante las circunstancias.
8. Pon límites al control. Tolera la incertidumbre
Es normal querer tener certidumbres, certezas, la seguridad y la tranquilidad de saber lo que va a ocurrir, pero no es posible tenerlo todo bajo control.
9. Cuídate, mejora tu salud física
El exceso de cortisol provocado por el sufrimiento psicológico mantenido en el tiempo, empeora tu resiliencia, incrementando el estado de hiperalerta, disminuyendo el pensamiento asertivo, la proactividad y afectando físicamente a las respuestas inmunes. Una persona resiliente se cuida diariamente para contrarrestar los efectos que generan las situaciones de adversidad.
10. Sé realista
En la vida suceden acontecimientos tanto positivos como negativos, la vida es un cambio constante, esta es una de sus maravillosas cualidades. No caigas en la personalización no todo te pasa a ti.
11. Cuida a dónde llevas tu atención
Algunas emociones, como la ansiedad, la inquietud, el nerviosismo o el enfado, pueden dificultarnos a la hora de interpretar la realidad. Dependiendo de en dónde enfoquemos nuestra atención, con qué nos quedemos, qué filtremos. nos sentiremos de un modo u otro. Intenta tener una visión de conjunto y céntrate en los racional y objetivo y no sólo en tu interpretación.
12. Vive. Que el miedo no condicione tu vida
Dejemos de sentirnos atrapados por nuestros pensamientos, y por las emociones como el miedo, la impotencia o la vulnerabilidad, y trabajemos para aceptarlas y regularlas, tomemos las riendas de nuestra vida y sintámonos más libres. Vivamos el día a día.Aunque algunas personas nacen con una mayor facilidad para afrontar las dificultades, se puede aprender a ser resiliente, se puede entrenar nuestra capacidad para afrontar la adversidad para hacerlo del modo más eficaz y con el menor costo o impacto emocional.
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Estrategias para tener una buena comunicación con un niño autista

Nota Por: Psicóloga Violeta Gutierrez 07 de Agosto del 2025
Los apoyos visuales son señales concretas que ayudan a comunicarse y a desarrollar las habilidades lingüísticas. Pueden incluir el uso de símbolos, fotos, palabras escritas y objetos para ayudar a los niños con autismo a aprender y comprender el lenguaje, procesar la información y comunicarse. Damos por sentadas las distintas formas que tenemos de comunicarnos a diario, entre las que se incluyen:
Muchos niños del espectro autista responden bien a la información visual. La información visual puede ser procesada y referida a lo largo del tiempo, mientras que la comunicación oral es instantánea y desaparece rápidamente.Los medios visuales pueden consistir en libros o tableros de comunicación que utilizan imágenes y/o palabras en tarjetas para ayudar al individuo a aprender la palabra y su significado. El niño puede señalar la imagen cuando quiera comunicarse. Por ejemplo, si tiene sed, puede señalar la imagen de un vaso de agua. A medida que aprenda más símbolos y palabras, podrá utilizarlos para crear frases y responder a preguntas. Los demás también pueden utilizar las imágenes para comunicarse con el niño. Es lo que se conoce como Sistema de Comunicación por Intercambio de Imágenes y puede utilizarse para desarrollar una comunicación intencional y funcional.
Otra herramienta de apoyo es el horario visual o ilustrado. Ayuda a las personas a aprender pasos rutinarios, como prepararse para ir a la cama. Una serie de imágenes muestra los pasos en orden y, con el tiempo, los aprenden. Los calendarios visuales pueden utilizarse para mostrar a una persona con espectro lo que va a ocurrir a continuación o cuándo se va a producir un cambio en la rutina. Como a las personas con espectro no les suelen gustar los cambios, esto puede ayudarles a prepararse para ellos y a afrontarlos más fácilmente.
Estrategias de comunicación en el autismo. – La comunicación aumentativa y alternativa (CAA) ayuda a las personas que no pueden hablar o son muy difíciles de entender. La CAA se refiere a todas las formas en que alguien se comunica además de hablar. Esto proporciona otra forma de ayudarles a comunicarse que no sea verbalmente. La CAA incluye:
Las personas que utilizan CAA también pueden aprender a leer y escribir.
Los dispositivos de generación de voz reproducen palabras pregrabadas mediante un interruptor o un botón, o bien emiten el sonido del texto que se teclea en ellos. Siguiendo con el ejemplo anterior, un niño hambriento puede pulsar el botón con la imagen comida y el dispositivo le dirá: Quiero comer. Estas herramientas pueden utilizarse para sustituir al habla, pero también para ayudar al niño a desarrollarla. Para ello, ayudan al niño a reconocer patrones de sonido, que pueden utilizarse con ayudas visuales para desarrollar habilidades lingüísticas.
Estrategias de comunicación en el autismo: Pautas para niños autistas no verbales
No importa en qué parte del espectro autista se encuentre el niño, siempre tendrá la capacidad de comunicarse de alguna manera. Estas son algunas pautas sencillas que debes tener en cuenta para ayudar a tu hijo a comunicarse contigo y con los demás.
Fomente el juego y la interacción social. Todos los niños aprenden jugando, y eso incluye el aprendizaje del idioma. El juego interactivo es una deliciosa oportunidad para que usted y el niño se comuniquen. Juegue a cosas que le gusten a el. Incorpore actividades lúdicas que fomenten la interacción social. Durante sus interacciones, agáchese cerca de su hijo para que su voz y su cara estén más cerca de él, aumentando así la posibilidad de que le mire.
Imítense mutuamente. Copiar los sonidos y comportamientos de juego del niño fomentará la vocalización y la interacción. También anima a tu hijo a imitarte y a respetar los turnos. Asegúrese de imitar la forma de jugar de su hijo, siempre que sea un comportamiento positivo. Por ejemplo, si tu hijo hace rodar un coche por el suelo. Asegúrate de no imitar comportamientos inadecuados, como tirar el coche.
Concéntrese en la comunicación no verbal. Los gestos y el contacto visual pueden sentar las bases del lenguaje. Anime al chico modelando y respondiendo a estos comportamientos. Exagere sus gestos. Utilice tanto su cuerpo como su voz al comunicarse; por ejemplo, extendiendo la mano para señalar cuando diga mira y asintiendo con la cabeza cuando diga sí. Utilice gestos que sean fáciles de copiar para el chico. Por ejemplo, aplaudir, abrir las manos, extender los brazos. Responda a los gestos del chico: Cuando mire o señale un juguete, dáselo o hazle caso para que juegue con él, señale un juguete que quiera antes de cogerlo.
Dale tiempo al chico para que hable. Cuando un niño no responde con rapidez, es natural que queramos completar las palabras que faltan. Es esencial darle muchas oportunidades de comunicación, aunque no hable. Cuando le hagas una pregunta o veas que el chico quiere algo, haz una pausa de varios segundos mientras le miras con entusiasmo. Esté atento a cualquier sonido o movimiento corporal y responda con prontitud. La rapidez de su respuesta ayuda al niño a sentir el poder de la comunicación.
Simplifique su lenguaje. Sea literal y obvio al elegir su lenguaje. Diga exactamente lo que quiere decir. Hable con frases cortas como rueda la pelota o lanza la pelota. Esto aumentara el número de palabras de una frase y el vocabulario del chico.
Siga los intereses del niño. En lugar de interrumpir la atención del pequeño, sígalo con palabras. Utilice palabras sencillas sobre lo que está haciendo. Al hablar de lo que le interesa, le ayudará a aprender el vocabulario asociado.
Considere los dispositivos de ayuda y los apoyos visuales. Las tecnologías de apoyo y los soportes visuales pueden hacer algo más que sustituir el habla. Pueden fomentar su desarrollo. Algunos ejemplos son los dispositivos y las aplicaciones con imágenes que el pequeño toca para producir palabras. Por tu tiempo invertido en esta lectura, muchas gracias.
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Deja de evadir tus emociones y empieza a enfrentarlas

Nota redactada por: Psicóloga Violeta Gutiérrez 31 de Julio del 2025
Las emociones reprimidas son las que guardamos y acumulamos por el temor a sentirlas, tratamos de ignorarlas. Son aquellos sentimientos que queremos ocultar, esconder en lo más profundo de nuestro ser. Pero por muy escondidasque estén, tarde o temprano salen a la superficie. Puede que no lo hagan de una forma evidente, pero desde luego será disruptiva para nuestra forma de ser, afectando a nuestro comportamiento y nuestro bienestar psicológico, emocional y en algunos casos también físico.
Las emociones son inherentes al ser humano, no podemos separarlas de nosotros, pues biológicamente todos nacemos con la capacidad de sentir. Saber identificar y expresar nuestras emociones, en vez de evitarlas es una forma de conocer nuestra identidad, puesto que tenemos la respuesta al porqué nos sentimos de una determinada forma y por qué nos comportamos de la manera cómo lo hacemos. Detectar nuestras emociones nos permite entendernos a nosotros mismos, evitando comportarnos de formas poco adaptativas a largo plazo.
Nuestro historial de experiencias junto con la forma en cómo percibimos y sentimos, unido con nuestras opiniones y creencias son filtros de la realidad que nos envuelve, realidad que nunca podremos entender porque siempre la recibimos procesada por nosotros mismos. Es por ello que cada persona puede interpretar el mundo desde diferentes ángulos, sintiéndose de formas también muy distintas. Saber cómo interpretamos el mundo es una forma que nos permitirá mejorar como personas, ganando en salud y bienestar.
Hay que prestar atención a nuestras emociones y los síntomas que da nuestro cuerpo sobre cómo nos podemos estar sintiendo. A veces, las emociones no es que estén reprimidas, sino que no son debidamente identificadas y, al ser malinterpretadas, pueden acabar haciéndonos daño al no saber qué nos pasa. Sabiendo qué sentimos y dándole voz a nuestras emociones las liberamos de la represión, y consecuentemente evitamos que nos desgasten psicológicamente.
La importancia de liberar nuestras emociones
Las personas solemos ocultar lo que sentimos porque creemos que no es importante o, incluso, que expresándolo puede que nos traiga problemas. Mantenerlas ocultas es lo que nos traerá problemas a largo plazo. Lo que permanece oculto por demasiado tiempo puede cristalizarse, convertirse en una vivencia muy desgastante y dañina. Las emociones son como la energía y, al igual que sucede en el mundo de la física, nada se crea ni se destruye, sino que se transforma. Puede que esa emoción reprimida se convierta en una conducta del que nos arrepintamos luego.
Liberar nuestras emociones no debe ser tomado como sinónimo de expresar las cosas sin tacto ni empatía. Ser asertivo significa saber expresar lo que sentimos y pensamos, pero de una forma no perjudicial para otras personas. Puede que uno de los motivos por los que nos sentimos mal es porque alguien nos ha dicho o hecho algo que no nos ha sentado bien, pero no podemos hablar de liberación si eso implica quitarle cierta libertad a los demás. Nuestras palabras deben ser debidamente reflexionadas antes de ser dichas.
Si reprimimos las emociones, serán tan intensas y durar tanto tiempo que nos impiden pensar con lucidez, haciendo que nuestros criterios de hacer y decir según qué cosas se vean alterados. Nos comportamos de forma más irracional e impulsiva, cometiendo más errores y diciendo cosas de las que seguramente nos arrepintamos. Por ello, nunca debemos prometer ni discutir cuando estemos enfadados o tristes, y antes debemos tratar de calmarnos y tener la mente fría.
¿Por qué reprimimos nuestras emociones?
Reprimir cómo nos sentimos no es sano y traerá problemas de salud física y emocional. Teniendo en cuenta esto, ¿por qué reprimimos nuestras emociones? La respuesta se encuentra en cómo hemos sido educados en nuestras familias, especialmente en sociedades occidentales, en donde se nos enseña que hay emociones socialmente aceptables mientras que otras son más adecuadas para contextos más íntimos y personales.
Las emociones son siempre útiles sabiendo cuando y donde expresarlas y de la manera adecuada dependiendo del contexto y las circunstancias. Es cierto que las emociones cómodas son más fáciles de expresar que las emociones incomodas, pero las segundas se deben sentir en los momentos que corresponde, porque si se ocultan, acabarán resurgiendo más tarde, en momentos en los que no les corresponde, y es ahí donde verdaderamente se va a generarun problema de adaptación. Lo perjudicial no es sentir emociones incomodas, sino tratar de ocultarlas.
Las emociones nos guían para saber cómo actuar ante determinadas situaciones. Si las ignoramos perdemos el objetivo real de la emoción, a la par que gastamos gran cantidad de energía que nos desgastara física, mental y emocionalmente. No podemos estar mal todo el rato.
Las emociones reprimidas nos harán daño. Si no las dejamos salir o no las gestionamos adecuadamente van a acumularse hasta tal punto que no vamos a poder aguantar más, además de que nuestra salud se va a ver afectada, siendo necesario recurrir a diferentes profesionales de salud mental, como psicólogos y médicos psiquiatras, para tratar de arreglar el daño, dando tratamiento eficiente que ayude a las personas a saber enfrentar y vivir sus emociones en vez de seguirlas evadiendo. Estos son algunos de los principales problemas de reprimir las emociones:
1. Estallido emocional.
2. Somatización.
3. Depresión y ansiedad.
4. Dependencia a medicamentos.
Deja de evadir y date permiso de sentir, no lo dejes para después, el momento es hoy. Gracias.
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