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¿Cuál es el daño que ocasiona tener un padre ausente? ¿Qué hacer para sanarlo?

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Redactado por: Psicóloga Violeta Gutiérrez   12 junio 2025

Que mamá sea quien se encargue del cuidado de los hijos, llevarlos a la escuela, asistir a sus festivales y hasta ayudarles en las tareas y que el papá vaya todos los días a trabajar y regrese a casa de noche: cenar y ver la tele, es algo común en una familia tradicional mexicana.  Ocasionalmente el papá también ayudaba, pero pronto se desesperaba, por lo que era “una tarea más” de la mamá.

Lamentablemente, esta escena es típica de muchas familias mexicanas: las madres a cargo de los hijos; y los papás del sustento. Los hombres están ausentes en la vida de los hijos e hijas, así como de la esposa. A esta forma de involucrarse en la crianza se le conoce como el síndrome del padre ausente. Aunque es un término que formalmente en la psicología no existe, pero se usa para hacer referencia a un padre ausente emocionalmente y en algunos casos a un padre ausente físicamente.

Cuando hablamos de un papá ausente nos referimos a aquel que no participa de manera activa en la crianza y crecimiento de los niños, aunque está presente en la familia. Los padres presentes pero ausentes ocupan, por ejemplo, gran parte del tiempo en trabajar.  Tienen poco interés en conocer el mundo personal del niño o la niña y además no fungen de guía para los menores. No están ahí para escucharlos, guiarlos o incluso ayudarlos con sus problemas emocionales: están ausentes en la vida personal de sus hijos.

Un padre ausente físicamente se refiere a aquellos padres que luego de un divorcio o un rompimiento con su pareja sentimental rompen también con los hijos y no se involucran en nada con el menor. Simplemente no toman responsabilidad y se marchan. La presencia o no del padre o incluso de la madre es un factor de suma importancia en la vida de toda persona, algunos estudios psicológicos afirman que la participación de papá y mamá en el crecimiento de los hijos, es determinante en la mayoría de cualidades que los niños tendrán de adultos.

Consecuencias emocionales de un padre ausente

La decisión de un papá de no estar presente en la crianza de sus hijos no sólo afecta a la familia entera; las consecuencias son principalmente para las niñas y niños. Un hijo necesita sí o sí una figura que le ayude a ver el mundo e interpretarlo, un padre y una madre que lo hagan sentir protegido y escuchado y sobre todo seguro de su paso por este planeta. Si esa figura no está, un niño puede crecer con notables afectaciones que lo marquen de por vida. Algunas de las consecuencias emocionales de un padre ausente y que se pueden apreciar en la edad adulta son:

Baja autoestima._ Para muchos niños y niñas crecer sin un padre puede ser sinónimo de “ser diferentes” lo que también relacionan con baja autoestima. Es común que los hijos de un padre ausente no sientan confianza en ellos mismos, se sientan inferiores, tengan pensamientos negativos hacia ellos mismos, o que incluso piensen que tienen algo malo que hizo que su papá se alejara de ellos. Esta falta de confianza puede derivar en problemas en la toma de decisiones y afectar sus relaciones sociales.

Desconfianza en los demás._ En la infancia aprendemos la forma de ver el mundo. Si a tan temprana edad vivimos una experiencia negativa como que nuestro papá no quiso estar ahí, es probable que crezcamos con desconfianza hacia los demás. Este sentimiento puede aparecer en otros ámbitos de nuestra vida, como las relaciones de pareja o de amistad. En el primer caso es común que los hijos de padres ausentes sean más propicios a temer a la infidelidad y pasar por actitudes de celos.

Problemas de conducta.- Una forma muy común de los niños y las niñas de llamar la atención de sus padres es teniendo conductas rebeldes. No hacer las tareas, contestar a los maestros, no ayudar en casa, romper límites, son tan sólo algunas actitudes de niños que buscan ser vistos por sus padres. Si estas conductas no se trabajan se pueden llevar a la vida adulta desencadenando problemas más grandes por ejemplo con la ley.

Relaciones dependientes.- Una de las consecuencias de un padre ausente es que los hijos tendrán más probabilidad de crear relaciones dependientes de pareja. Si bien esta secuela del síndrome del padre ausente se relaciona más con mujeres, no es propio de ese género. Un niño o niña con un padre ausente puede buscar a personas que los cuiden durante su adultez, lo que hace que sostengan relaciones donde incluso no se sienten cómodos o aceptan ceder ante las necesidades de su pareja con tal de “no ser abandonados”

Cómo superar el síndrome del padre ausente

Si durante tu niñez sufriste de un padre ausente es seguro que  te sientas  identificado y la pregunta sea ¿Qué puedohacer?

Superar las consecuencias emocionales y las heridas que deja un padre ausente es una tarea ardua pero no difícil. El paso más importante, como en cualquier otro tratamiento es identificar, y aceptar el problema. Saber que muchas de las emociones y reacciones que tienes son producto de esta experiencia es un gran paso para empezar a buscar ayuda.

Te dejo una lista de acciones que puedes realizar durante tu proceso, de sanar las consecuencias emocionales de un papá ausente.

Escúchate. _ Como ya dijimos, la clave para sanar es aceptar y reconocer todas aquellas emociones que estén guardadas y que hayas relacionado con la ausencia de tu padre ausente. En un espacio seguro, trae a tu mente los recuerdos de tu infancia y mira todas aquellas emociones que se generan. ¿Es dolor? ¿Es tristeza o es rabia? Anótalas e identifícalas. Acéptalas todas, son necesarias para sanar.

Empatiza con tu padre. – Esto no quiere decir que justifiques su comportamiento, sino que te abras a observar también la posición en la que se encontraba en ese momento tu papá y que lo orillaron a tomar esa decisión. A lo mejor lo invadió el miedo o sinceramente no quería ser papá. Ponerte en sus zapatos puede ayudarte a que el dolor disminuya, así como a entender su reacción. Recuerda que las acciones hablan de las personas.

Perdona._ Perdonar es una acción con múltiples beneficios positivos para la salud mental de la persona que lo hace. Perdonar no significa justificar, ni hacer como que no pasó nado o repetir la acción, es más una decisión a partir de la cual se quita todo el dolor que una persona o una acción nos produjo.

Ve a Terapia. _ Cuando una emoción persiste por un tiempo prolongado y no deja de doler es un síntoma de que es necesario ir a terapia. La terapia puede ayudarte a entender de dónde viene la emoción y a trabajarla para que no derive en otras consecuencias en tu vida y sobre todo puedas llevar una vida más placentera y con mayor sensación de felicidad.

 

 

Contacto: email: violetags14@gmail.com

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Cuáles son las secuelas físicas y emocionales que deja un abuso sexual durante la infancia

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Redactado por: Psicóloga Violeta Gutiérrez

11 de Julio del 2025

El abuso sexual infantil es un problema de salud pública que afecta a muchos menos en nuestro país. Solo en el 50% de los casos los niños revelan el abuso; únicamente el 15% se denuncia a las autoridades; y tan solo el 5% llegan aprocesos judiciales. Los menores cuentan con muchas limitaciones para denunciar los abusos sexuales y no presentar habitualmente manifestaciones físicas inequívocas (debido al tipo de conductas sexuales realizadas: caricias, masturbaciones. Son los indicadores sexuales los que más están relacionados con la experiencia traumática. Los indicadores deben valorarse de forma global y conjunta, ya que no se puede establecer una relación directa entre un solo síntoma y el abuso. De hecho, lo más útil puede ser estar pendientes de los cambios bruscos que tienen lugar en la vida del niño.

Efectos físicos:

Problemas de sueño (como pesadillas).
Cambios en los hábitos de comida.
Pérdida del control de esfínteres.
Estos efectos pueden aparecer durante la infancia y la adolescencia.

Efectos conductuales

Consumo de drogas o alcohol.
Huida del hogar.
Conductas autolesivas o suicidas.
Hiperactividad.
Bajo rendimiento académico.
La mayoría de estos comportamientos se presentan en la adolescencia, aunque el bajo rendimiento y la hiperactividad pueden comenzar desde la infancia.

Efectos emocionales

Miedo generalizado.
Hostilidad y agresividad.
Culpa y vergüenza.
Depresión y /o ansiedad.
Baja autoestima y sentimientos de estigmatización.
Rechazo del propio cuerpo.
Desconfianza y rencor hacia los adultos.
Trastorno de estrés postraumático.

Efectos sexuales

Conocimiento sexual precoz o inapropiado para la edad.
Masturbación compulsiva.
Excesiva curiosidad sexual.
Conductas exhibicionistas.
Problemas de identidad sexual.
Todos estos efectos aparecen principalmente en la infancia y adolescencia, con problemas de identidad sexual predominando en la adolescencia.

Efectos sociales

Déficit en habilidades sociales.
Retraimiento social.
Conductas antisociales.
El retraimiento social y los déficits sociales comienzan en la infancia, mientras que las conductas antisociales se observan más en la adolescencia.

Secuelas emocionales en las víctimas de abuso sexual infantil:

Los menores muy pequeños pueden no ser conscientes del alcance del abuso sexual en

las primeras fases, lo que puede explicar la compatibilidad de estas conductas con el cariño mostrado al adulto por el menor. Hay niños que verbalizan el abuso sexual de la siguiente forma: “mi papá hace un pipí blanco”, “yo no me enteraba porque estaba dormido”, “me dice que no se lo diga a nadie”.

a) Consecuencias a corto plazo:

Al menos un 80% de las víctimas sufren consecuencias psicológicas negativas. El alcance del impacto psicológico va a depender del grado de culpabilización del niño por parte de los padres, así como de las estrategias de afrontamiento de que disponga la víctima. En general, las niñas tienden a presentar reacciones ansioso-depresivas; los niños, fracaso escolar y dificultades inespecíficas de socialización, así como comportamientos sexuales agresivos.

Respecto a la edad, los niños muy pequeños en la etapa de preescolar, al contar con limitados recursos psicológicos, pueden mostrar estrategias de negación de lo ocurrido.

En los niños un poco mayores en la etapa escolar son más frecuentes los sentimientos de culpa y de vergüenza ante el suceso. El abuso sexual presenta una especial gravedad en la adolescencia porque el padre puede intentar el coito, existe un riesgo real de embarazo y la adolescente toma conciencia del alcance de la relación incestuosa. No son por ello infrecuentes en la víctima.

b) Consecuencias a largo plazo:

Los problemas más habituales son las alteraciones en la esfera sexual, disfunciones sexuales y menor capacidad de disfrute, principalmente, la depresión y el trastorno de estrés postraumático, así como un control inadecuado de la ira en el caso de los varones, volcada al exterior en forma de violencia; en el de las mujeres, canalizada en forma de conductas autodestructivas.

En otros casos, el impacto psicológico a largo plazo del abuso sexual puede ser pequeño (a menos que se trate de un abuso sexual grave con penetración) si la víctima no cuenta con otras adversidades adicionales, como el abandono emocional, el maltrato físico, el divorcio de los padres, una patología familiar grave, etc. Desde el punto de vista del trauma en sí mismo, lo que predice una peor evolución a largo plazo es la presencia de sucesos traumáticos diversos en la víctima, la frecuencia y la duración de los abusos, la posible existencia de una violación y la vinculación familiar con el agresor, así como las consecuencias negativas por larevelación del abuso por ejemplo, dañar el vinculo familiar al dudar del testimonio del menor.

Secuelas del abuso sexual en la vida adulta:

Secuelas físicas

Dolores crónicos generales.
Hipocondría y trastornos de somatización.
Alteraciones del sueño, como pesadillas.
Problemas gastrointestinales.
Desórdenes alimenticios, especialmente bulimia.

Secuelas conductuales

Intentos de suicidio.
Consumo de drogas y/o alcohol.
Trastorno disociativo de identidad (personalidad múltiple).

Secuelas emocionales

Depresión y /o ansiedad
Baja autoestima.
Estrés postraumático.
Trastornos de personalidad.
Desconfianza y miedo hacia los hombres.
Dificultad para expresar o recibir sentimientos de ternura e intimidad.

Secuelas sexuales

Fobias o aversiones sexuales.
Falta de satisfacción sexual.
Alteraciones en la motivación sexual.
Trastornos en la activación sexual y del orgasmo.
Creencia de ser valorada solo por el sexo.

Secuelas sociales

Problemas en las relaciones interpersonales.
Aislamiento.

No olvides que es importante que todos aquellos que hayan experimentado alguna situación de abuso sexual, busquen atención psicológica, medica y legal para mejorar el estado de la víctima y asegurar su acceso a la justicia.

 

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Cifras preocupantes ante el abuso sexual infantil en México

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Redactado por: Psicóloga Violeta Gutiérrez  

10 de Julio del 2025, Cd. Camargo Chihuahua

La violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes existe, y es todo contacto y/o actividad sexual donde una persona ejerce una posición de poder sobre ella o él, sin su consentimiento o valiéndose de amenazas, violencia física, psicológica u obteniendo su consentimiento por medio de engaños.

Este tipo de violencia tiene muchas formas, no sólo es la invasión física del cuerpo humano, pueden incluir actos como forzar a ver imágenes sexuales, también puede ser el uso de lenguaje inapropiado o incluso pedir o sacar fotos que hagan sentir incómodos a niñas, niños y adolescentes. El Abuso Sexual Infantil en México, tiene muchas formas que a continuación, se enuncian:

Exhibicionismo, o mostrarse desnudo(a) ante una niña, niño o adolescente.
Comunicaciones obscenas a través de llamadas telefónicas, mensajes de texto o redes sociales.
Producir, poseer o compartir imágenes o películas pornográficas en las que participen niñas o niños.
Manoseos o caricias.
Relaciones sexuales de cualquier tipo con una niña, niño o adolescente.
Tocamientos frente a una niña, niño o adolescente o forzar a que ellas y ellos lo hagan.
Explotación sexual de niñas, niños y adolescentes.

El confinamiento causado por la pandemia, impactó en acelerar la comunicación de niñas, niños y adolescentes en plataformas educativas, sociales o esparcimiento en internet, por ello, es importante mencionar, que, el abuso sexual infantil no siempre son tocamientos, también puede ser el uso de lenguaje inapropiado, no sólo de manera presencial sino en la web.

De acuerdo a la Dirección del Centro de Respuesta de Incidentes Cibernéticos de la Dirección General Científica de la Guardia Nacional, en el marco de los primeros meses de pandemia, los reportes de pornografía infantil incrementaron en un 73%.

Antes de la pandemia, México ocupaba el 1er lugar mundial en consumo de pornografía infantil (PCF,2018), el 2do productor y distribuidor mundial y el 1ero en América Latina (ECPAT, 2019); entre los países que integran la OCDE, ocupamos 1er lugar en violencia sexual en contra de niñas, niños y adolescentes (OCDE, 2019).

Delitos sexuales a la niñez de México

De acuerdo, a datos de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) en el 2015, en el país, se cometen al menos 600 mil delitos sexuales cada año, donde 9 de cada 10 víctimas son mujeres y 4 de cada 10 son menores de 15 años de edad.

Además, la mitad de delitos sexuales son cometidos en el hogar y el 70% de las veces por parte de familiares o personas conocidas, hombres en casi todos los casos. De acuerdo a la CEAV, el abuso sexual infantil, tiene impactos emocionales y físicos en niñas, niños y adolescentes, los cuáles se enuncian de manera general:

Emocionales:

Ansiedad y/o depresión.
 Rechazo del contacto afectivo que antes era aceptado.
Miedo a determinada persona o lugares.
Manifestaciones de afectos o conocimientos sexuales inapropiados para su edad.
Insomnio, pesadillas o sueño inquieto.
Miedo a la obscuridad.
En la adolescencia es más común la idea o intento suicida, el ausentismo escolar o el consumo de drogas.

Físicos:

Hemorragias, lesiones y cicatrices en genitales.
Infecciones urinarias recurrentes.
Infecciones de transmisión sexual.
En algunos casos, embarazo.

Si una niña, niño y adolescente expresa que ha sufrido abuso sexual, haz lo siguiente:

Mantén la calma.
Pon atención al relato y cree lo que dice.
Hablen del hecho a solas y de forma relajada, para darle la seguridad y protección que necesita.
Ponte en su lugar y escucha atentamente, no pidas que diga más de lo quiera y pueda contar.
Hazle saber que no es culpable, que el único responsable es el agresor o agresora.
Dile que fue valiente al contarlo, que le sigues queriendo mucho y que le vas a proteger y ayudar a superarlo.

Es importante no ignorar el suceso, ni convertirlo en un secreto familiar que le ocasione mas daño al menor, lo que sugiero es reportarlo a las autoridades correspondientes, acudir para recibir atención psicológica y médica, buscandoel acceso a la justicia y restitución del daño, así como acompañamiento jurídico apegado a derechos de niñas, niños y adolescentes.

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¿Qué puedo hacer cuando tengo un bajón emocional?

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Nota por: Psicóloga Violeta Gutiérrez      2 de julio de 2025

Hablare de este tema, porque muchos pacientes, amigos, familiares y yo también en algún momento, he tenido bajones emocionales en los últimos meses.

¿Es normal tener bajones emocionales?

Claro que sí.  Hemos vivido muchos cambios para los cuáles no estábamos preparados. Hemos sobrevivido a una pandemia, mucha gente está viviendo en la incertidumbre de qué sucederá con ellos mismos, con un duelo de un familiar, con una separación de pareja, con una pérdida de trabajo, etc.

No hay que preocuparse de más por presentar algún bajón emocional, pero debemos ver o ser conscientes con nosotros mismos de la frecuencia e intensidad de esos días. Uno puede sentir un momento, días, horas o incluso un día de bajón total), a lo mejor en ese día no se ven soluciones, todo se ve en blanco negro, ideas de extremos (todo o nada), tenerla lagrima floja, cambios de humor, sentirse susceptible o de mal genio. Si se ha sentido así, no pasa nada, es lógico y racional, porque son muchas cosas las que estamos viviendo solos o acompañados, lejos o cerca de nuestra familia, etc.

¿Cuándo me debo preocupar por sentirme con días de bajón?

Cuando esas emociones y sensaciones de bajón emocional se prolongan en el tiempo o aumentan de intensidad.
Cuando nos hacemos bola cómo dicen varios de mis pacientes y amigos; el no quiero hablar con nadie, porque no me apetece, porque no quiero molestar, entonces me aíslo conmigo mismo.
Cuando sienta a veces o de manera algo constante que la vida no tiene sentido, que no merece la pena vivirla.
Cuando pierda la ilusión por lo que antes me hacía feliz.
Cuando deje de comer o empiece a comer menos que antes.
Cuando duerma peor, tenga insomnio o no pare de estar en la cama durmiendo, porque al menos durmiendo, no piensa.
Podría decir mil situaciones, pero creo que éstas son las que mejor lo reflejan.

¿Qué puedo hacer para superar los días de bajón?

Intenta no aislarte.
No pienses que molestas. Al contrario, la gente quiere ayudarte. Muchas veces los pacientes me dicen o cuentan alguna situación que han tenido y les digo¿sabes que me puedes escribir?, ellos me contestan: no quiero molestar y yo les digo estoy aquí para ayudarte, escribe o llama cuando necesites. Luego lo aprenden y saben que me tienen para cuando lo necesiten, aunque en ese momento no tengan sesión.
Establece rutinas. Las rutinas suelen calman y proporcionar tranquilidad en el ser humano.
Si puedes y si te gusta incluye algo de ejercicio físico en tu vida. El deporte aumenta los niveles de serotonina y dopamina, dos neurotransmisores que hay en nuestro cerebro, son los encargados de aumentar nuestra motivación y felicidad.
Piensa que no estás sólo, te lo prometo, hay mucha gente que está pasando por lo mismo que tú. Busca apoyos en la gente que confíes, la gente que tengas al lado y sabes que te quiere.
No es para siempre. Una vez escuché una frase que me gustó mucho y en los días que a veces tengo de bajón, porque soy humana, la recuerdo y se la digo a mis pacientes (las emociones son pasajeras), recuerda que esto que sientes ahora, no tiene por qué permanecer mucho en el tiempo, lo sentirás y después de un tiempo cambiara a otra emoción.

Busca actividades que te generen un bienestar, una alegría, una satisfacción.

¿Qué hago si no desaparecen estas sensaciones de bajón?

Puede que estas sensaciones de bajón emocional ya los tuvieras de forma más intensa pero no les dabas importancia. Ahora mencionare algunos puntos que pueden ayudar en caso de que sea complicado resolver el bajón emocional:

Reconoce tus emociones sin juzgarte. Sentirte mal no te hace débil. Aceptar lo que sientes es el primer paso para mejorar.
Habla con alguien de confianza. Expresar lo que sientes con un amigo o familiar puede ayudarte a liberar carga emocional.
Busca apoyo profesional. Si el malestar persiste, acude a un psicólogo. Muchas universidades ofrecen atención gratuita o de bajo costo.
Evita el aislamiento. Aunque no tengas ganas, intenta mantener contacto con al menos una persona cada día.
Cuida lo básico. Dormir bien, comer de forma adecuada y moverte, aunque sea un poco tiene un gran impacto en tu estado emocional.
Aléjate de soluciones dañinas. El alcohol, el exceso de redes sociales o ignorar el problema solo lo agravan.
Practica la paciencia contigo mismo. Recuperarte lleva tiempo. Cada paso que tomas hacia tu bienestar cuenta.
En caso de urgencia, busca ayuda inmediata. Si sientes que la situación te sobrepasa o tienes pensamientos autolesivos, acude a líneas de apoyo o centros de salud mental.

El bajón emocional en si es algo que todos como personas llegamos a vivir en los momentos estresantes o complicados de nuestras vidas. Los bajones emocionales llegan a ser una parte natural de nuestra vida, lo importante es no ignorarlos, y saber cuando se necesita apoyo y cuando pedir ayuda. Este puede pasar de ser un signo de debilidad a uno de valentía y cuidado propio si es que se actúa correctamente. Recuerda que no estás solo y que existen los recursos para llegar a un bienestar y/o para salir del estancamiento.

Contacto: email: violetags14@gmail.com

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