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25 de noviembre día Internacional de la no violencia hacia las mujeres. ¿Se celebra o se conmemora? Aquí la respuesta

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Este 25 de noviembre es el día internacional de la no violencia hacia las mujeres.

Primero hay que explicar el porqué de la fecha y a que se hace mención o se recuerda. Todo se remonta a 1960, año en el que las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal fueron brutalmente asesinadas en República Dominicana por su activismo político en oposición al gobierno del dictador Rafael Leónidas Trujillo. Las hermanas Mirabal, apodadas “Las Mariposas” por ser éste el nombre utilizado por Minerva en sus actividades políticas clandestinas en contra de la tiranía trujillista, se convirtieron en el máximo exponente de la violencia contra la mujer en América Latina.

El 25 de noviembre fue la fecha elegida por el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe -celebrado en Bogotá en el año 1981- para conmemorar sus vidas y promover el reconocimiento mundial de la violencia de género. La comunidad internacional no había observado de manera explícita las alarmantes dimensiones de la violencia contra las mujeres a escala mundial hasta diciembre de 1993, fecha en que la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Casi 1 de cada 3 mujeres ha sufrido abusos a lo largo de su vida. En tiempos de crisis las cifras aumentan, como se vio durante la pandemia de COVID-19 y las recientes crisis humanitarias, conflictos y desastres climáticos. Un nuevo informe de ONU Mujeres, basado en datos de 13 países desde la pandemia, recoge que 2 de cada 3 mujeres padecieron alguna forma de violencia o conocían a alguna mujer que la sufría. Por desgracia, solo 1 de cada 10 dijo que recurriría a la policía en busca de ayuda. A su vez, se llegó a la conclusión que estas mujeres tienen más probabilidades de enfrentarse a situaciones de pobreza y escasez de alimentos.

Si bien la violencia de género es generalizada, esta puede y debe prevenirse. Detener esta violencia comienza por creer en las sobrevivientes, adoptando enfoques integrales e inclusivos que aborden las causas fundamentales, transformen las normas sociales dañinas y empoderen a las mujeres y las niñas. Con servicios esenciales en los sectores policial, judicial, sanitario y social, y con suficiente financiación para la lucha por los derechos de las mujeres, podemos poner fin a la violencia de género.

Todo se se remonta a 1960, año en el que las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal fueron brutalmente asesinadas en República Dominicana por su activismo político en oposición al gobierno del dictador Rafael Leónidas Trujillo. Las hermanas Mirabal, apodadas “Las Mariposas” por ser éste el nombre utilizado por Minerva en sus actividades políticas clandestinas en contra de la tiranía trujillista, se convirtieron en el máximo exponente de la violencia contra la mujer en América Latina.

El 25 de noviembre fue la fecha elegida por el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe -celebrado en Bogotá en el año 1981- para conmemorar sus vidas y promover el reconocimiento mundial de la violencia de género. La comunidad internacional no había observado de manera explícita las alarmantes dimensiones de la violencia contra las mujeres a escala mundial hasta diciembre de 1993, fecha en que la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Por qué debemos eliminar la violencia contra la mujer

La violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo actual sobre las que apenas se informa debido a la impunidad de la cual disfrutan los perpetradores, y el silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas. En forma general, la violencia se manifiesta de forma física, sexual y psicológica e incluye:

violencia por un compañero sentimental (violencia física, maltrato psicológico, violación conyugal, femicidio); violencia sexual y acoso (violación, actos sexuales forzados, insinuaciones sexuales no deseadas, abuso sexual infantil, matrimonio forzado, acecho, acoso callejero, acoso cibernético); trata de seres humanos (esclavitud, explotación sexual); mutilación genital, y matrimonio infantil.

Para mayor clarificación, la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer emitida por la Asamblea General de la ONU en 1993, define la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”

Los efectos psicológicos adversos de la violencia contra las mujeres y niñas, al igual que las consecuencias negativas para su salud sexual y reproductiva, afectan a las mujeres en toda etapa de sus vidas. Por ejemplo, las desventajas tempranas en materia de educación no solo constituyen el obstáculo principal para alcanzar la escolarización universal y hace cumplir el derecho a la educación de las niñas, luego también le restringe el acceso a la educación superior a la mujer y limita sus oportunidades de empleo.

Aunque todas las mujeres, en todas partes del mundo, pueden sufrir violencia de género, algunas mujeres y niñas son particularmente vulnerables, ejemplo de ellas son las niñas y las mujeres más mayores, las mujeres que se identifican como lesbianas, bisexuales, transgénero o intersex, las migrantes y refugiadas, las de pueblos indígenas o minorías étnicas, o mujeres y niñas que viven con el VIH y discapacidades, y aquellas en crisis humanitarias.

La violencia contra la mujer sigue siendo un obstáculo para alcanzar igualdad, desarrollo, paz, al igual que el respeto de los derechos humanos de mujeres y niñas. Lo que es más, la promesa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de no dejar que nadie se quede atrás, no podrá cumplirse sin primero poner fin a la violencia contra mujeres y niñas.

Tipos de Violencia

Violencia física

Incluye cualquier acto de fuerza contra el cuerpo de la mujer, con resultado o riesgo de producir lesión física o daño: golpes, quemaduras, pellizcos, tirones de pelo, picadas, empujones, lanzamiento de objetos, uso de armas, intentos de estrangulamiento, intentos de asesinato, intentos de provocar abortos…

Violencia Psicológica

Incluye toda conducta, verbal o no verbal, que produzca en la mujer desvalorización o sufrimiento: insultos (expresiones

El maltrato psíquico es el más difícil de detectar, dado que sus manifestaciones pueden adquirir gran sutileza; no obstante, su persistencia en el tiempo deteriora gravemente la estabilidad emocional, destruyendo la autoestima y la personalidad de la mujer.

Violencia sexual y abusos sexuales

Incluyen cualquier acto de naturaleza sexual forzada por el agresor o no consentida por la mujer, y que abarcan la imposición, mediante la fuerza o con intimidación, de relaciones sexuales no consentidas, y el abuso sexual, con independencia de que el agresor guarde o no relación conjugal, de pareja, afectiva o de parentesco con la víctima.

Violencia económica

Incluye la privación intencionada, y no justificada legalmente, de recursos para el bienestar físico o psicológico de la mujer y de sus hijas e hijos o la discriminación en la disposición de los recursos compartidos en el ámbito de la convivencia de pareja.

Como prevenir la violencia de género

Educar a los niños y niñas, desde las edades más tempranas, en una cultura centrada en la resolución pacífica de conflictos, fomentar la empatía y desarrollar una autoestima equilibrada, son principios que favorecen la desaparición de los perjuicios de género que se dan ya desde la escuela.

Eliminar al máximo los estereotipos transmitidos por la cultura patriarcal; por lo tanto, enseñar a ‘ser persona’ en lugar de enseñar a «ser hombre» o a «ser mujer» y así desterrar mitos como que la agresividad es un rasgo masculino, o por el contrario, la sumisión, el silencio, la obediencia… son rasgos femeninos, son objetivos de la coeducación.

Además, se debe: Evitar todo menosprecio hacia aquellos chicos u hombres que no se adaptan al modelo de masculinidad dominante.

Evitar todo menosprecio hacia aquellas chicas o mujeres que no se acomodan al modelo de feminidad dominante.

Enseñarles a los niños y a los hombres sobre inteligencia emocional, que aprendan cuales son los sentimientos principales, (miedo, enojo, tristeza, desagrado, felicidad), que incorporar en sus vidas las vivencias y expresión de los propios sentimientos y emociones que enriquecen sus relaciones personales y así favorecer la resolución de conflictos sin recurrir a comportamientos violentos, por medio del diálogo, el acuerdo, la negociación.

Y a las niñas y mujeres, a no ser pacientes, ni sumisas, en cuestiones de violencia, a ni normalizar la violencia y expresar cuando algo les incomoda o les produce dolor o sufrimiento.

Desarrollar una buena autoestima que capacite a niñas y niños para adoptar una actitud resuelta ante la venida y sus desafíos, asumir responsabilidades y enfrentarse con seguridad a los problemas.

Y como sociedad a no normalizar situaciones de violencia y evidenciarlas cuando sucedan, mantenerse informados sobre ciertos temas de interés común, conocimiento sobre leyes, normas, estatutos.

Apoyemos los movimientos, leyes y tratados que favorecen el empoderamiento de las mujeres, buscando la igualdad de circunstancias, para hombres y mujeres.

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¿Qué es la procrastinación? Aquí te digo cómo aprender a abandonar este hábito

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Redactado por: Psicóloga Violeta Gutiérrez

La procastinacion consiste en una mala gestión del tiempo, en donde se posterga y aplaza constantemente el inicio dealgunas tareas. Si se usa el diccionario de la Real Academia Española (RAE) se puede comprobar que este término se define como: diferir o aplazar. Puede ocurrir en cualquier ámbito de la vida diaria, sin embargo, está muy relacionado con el estrés laboral y, según muchos estudios, es una de las razones del absentismo laboral.

¿Por qué ocurre? ¿Cómo se manifiesta la procrastinacion?

Esta situación ocurre por lo general cuando hay que hacer tareas que no te gustan o que te resultan demasiado complicadas. Al ver que hay cosas pendientes para hacer que no te parecen placenteras, tomas la decisión de hacer otras tareas que si te gustan más. Lo anterior hace que se acumulen muchas tareas complicadas por hacer y que generan mucho estrés. Esto también puede afectar la autoestima de manera indirecta, porque al ver que existentareas pendientes y puedes sentir que no eres capaz o suficiente para realizar las actividades, lo que te hará sentir menos valioso.

Por lo tanto, la manera de manifestarse es esta: hay tareas que, sea por el motivo que sea, no te atraen y buscaras otras más placenteras dejando totalmente de lado las primeras. Aunque cualquier persona puede ser víctima la procrastinación, es más sencillo que se produzca si se cumple con alguno de los siguientes supuestos:

Mucha o poca motivación. Por un lado, si tu trabajo no te gusta o si estás en un proyecto que no es placentero es más probable que ocurra y, por otro lado, si te gusta demasiado empezarás a hacer muchas cosas por esta motivación y, probablemente, no termines ninguna. Por lo tanto, la motivación es buena, pero en su justa medida.
Cuando tienes mucho trabajo o el tiempo está mal organizado. En el caso de que haya mucho trabajo, puede generar estrés y no saber por dónde empezar. Esto hará que aquellas tareas que evalúas como más largas o complicadas pasen a un segundo plano.
Las tareas no son urgentes. Cuando lo que tienes que hacer no tiene una fecha límite lo que ocurre es que las dejas para después, hasta que después es demasiado tarde.
La dificultad de las tareas es elevada y/o tienes miedo a hacerlo mal. Si crees que estas ante algo que es más complicado de lo que puedes asumir o que se escapa a tus conocimientos, también es más probable que intentes aplazarlas.
Mucha creatividad. Las personas creativas, en muchas ocasiones, tienen muchas ideas sobre cómo hacer las cosas. Este conjunto de ideas también puede hacer que empieces tareas que luego no terminaras o que empieces aquellas tareas que creas más sencillas, dejando de lado las más complicadas.
Indecisión. Si eres una persona indecisa, el no saber por dónde empezar también puede hacer que aplaces tus actividades.

10 estrategias para dejar de procrastinar

Hay muchos estudios sobre este fenómeno y también hay muchas estrategias formuladas que son útiles para intentar dejarlo de lado. Algunas de las más útiles son las siguientes:

1. Haz listas de tareas. Es importante que antes de empezar cualquier tarea hagas una lista con aquellas cosas que tienes pendientes y que establezcas para cuándo las necesitas. Esto hará que tengas una visión general sobre todo el trabajo que tengas pendiente.
2. Crea plazos. En el caso de que las tareas que tengas pendientes no tengan un plazo establecido, establécelo tú. Esto te ayudará a tener una fecha límite y te motivará a conseguir tu objetivo.
3. Crea un orden de prioridades. No todas las tareas tienen la misma dificultad o la misma urgencia, por eso, es importante que establezcas un criterio para poder determinar cuáles son más urgentes.
4. Planifica el día a día. En la medida de lo posible, intenta dedicar unos minutos antes de ponerte a trabajar en los que establezcas qué vas a hacer en el día.
5. Recompénsate. En el caso de que tengas que hacer varias tareas que no te atraen, después de completarlas establécete una pequeña recompensa o premio.
6. Intercala tareas. Es importante que vayas intercalando tareas más complicadas con aquellas más atractivas o de menos dificultad. De esta manera, cuando estés con la tarea que menos te gusta sabrás que después viene una más placentera.
7. Haz descansos. Cuando te pongas con las tareas que menos te gustan, establece una serie de descansos para que puedas despejarte y descansar la mente.
8. Entrena el autocontrol. Muchas veces la procrastinación está relacionada con poco autocontrol. Por eso, te recomendamos que intentes fomentarlo mediante técnicas de afrontamiento y de gestión emocional.
9. Mejora tu autoestima. Como hemos comentado, en algunas ocasiones la procrastinación está relacionada con la baja autoestima. Por ello, trabajar la autoestima para aumentarla también puede ser muy beneficioso.
10. Ten el entorno de trabajo ordenado. Tener el escritorio ordenado y limpio también puede motivarnos a hacer las tareas más complicadas. El entorno siempre debe ser facilitador.

Aunque estas son algunas de las estrategias principales, también te dejo otras que te ayudan a dejar de evitar como, por ejemplo: delegar en otros, pedir ayuda, decir que no a las tareas que no te corresponden, empezar y terminar las tareas (no dejar algunas a medias), ser flexible, etc.

 

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Cómo mantener buenas relaciones con los demás

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Nota por: Psicóloga Violeta Gutiérrez

Gran parte del éxito de una persona se basa en la capacidad de relacionarse con los demás. Los conocimientos técnicos, el estudio y el talento son importantes para desenvolverse en la vida, pero es gracias a las relaciones interpersonales que conseguimos alcanzar los objetivos. El individuo no existe sin el colectivo. Existen muchas personas que tienen grandes talentos y capacidades impresionantes, pero que a pesar de eso no consiguen prosperar ni establecer relaciones amistosas o afectivas de manera estable. Con esto no quiero decir que lo único que cuenta para triunfar en la vida sea conocer a las personas correctas y aprovechar su amistad, porque si no se tiene la preparación y las ganas necesarias para triunfar, es irrelevante la capacidad de relacionarse con la gente. Te comparto unos consejos efectivos y prácticos para mantener buenas relaciones interpersonales con los demás.

1. Sé fiel a ti mismo y a tus principios

Una cosa que debemos tener siempre en cuenta al relacionarnos con los demás es que nuestros principios no pueden ser negociables. No sirve de nada, mantener una amistad en la que no somos valorados por quienes somos en realidad. Cuando somos capaces de mostrar a las otras personas que estamos dispuestos a respetar sus puntos de vista siempre y cuando ellos hagan lo mismo con los nuestros, estamos en vías de desarrollar una relación de amistad más transparente y sincera.

2. Practica la honestidad

En una relación de amistad es importante ser honestos con los demás, teniendo en cuenta que la honestidad no se trata de decir siempre todo lo que sabemos, sino simplemente de no engañar a las demás personas. La honestidad implica decir las cosas directamente, y evitar usar intermediarios para comunicar nuestras opiniones. Es común que la información se distorsione cuando no es contada en primera persona.

3. Demuestra confianza

Un aspecto esencial para fortalecer y mantener las relaciones con los demás es ser confiable, para conseguirlo debemos mantener la integridad en cuanto a nuestras opiniones y acciones, evitando cambiar constantemente de ideas respecto a lo que decimos o hacemos. Muestra cierto nivel de vulnerabilidad para crear vínculos con los demás, contar algunas anécdotas referentes a nosotros donde nos hayamos visto en situaciones difíciles hace que los demás puedan empatizar con nosotros.

4. Practica la espontaneidad

Difícilmente alguien podría planificar con exactitud la manera en la que se comporta cuando está con sus amigos, lo ideal es ser nosotros mismos, sin temor a ser juzgados. La espontaneidad se refiere comportarse libremente sin la necesidad de usar protocolos sociales rígidos para encajar en el grupo.

5. Aumenta tu empatía

Tener la capacidad de ponernos en la piel de otros es indispensable para mantener buenas relaciones interpersonales. No basta únicamente con hablar de nosotros mismos y escuchar las anécdotas de los demás. Es necesario comprender también las situaciones ajenas.

6. Aprende a escuchar

Practica una escucha activa, la cual consiste en atender eldiscurso de las otras personas sin interrumpir y dando señales de atender a lo que se dice. No es lo mismo oír que escuchar. Cuando escuchamos estamos poniendo atención e interpretando lo que el otro quiere hacernos llegar con sus palabras, mientras que cuando oímos no estamos haciendo uso de nuestra capacidad de análisis.

7. Mantente humilde

No importa el éxito que tengas, o cuántos recursos materiales estén a tu alcance, si consigues mantener la humildad lograras mantener relaciones de amistad reales. Las buenas amistades no se acercan a ti por las cosas que tienes, sino por tus virtudes como ser humano. Sé amable, muestra educación, y evita los comportamientos ostentosos para que las personas a tu alrededor se sientan mejor estando contigo. Y no lo hagas únicamente por agradar, hazlo porque sabes que es lo correcto, practica la humildad como algo natural.

8. Si tienes que criticar, critica las acciones

Dirige tus críticas hacia los comportamientos concretos, no hacia las personas. De este modo, minimizarás las probabilidades de ofender y, a la vez, estarás expresando claramente qué tipo de actitudes y acciones pueden ser mejoradas y corregidas, sin recurrir a esencialismos.

9. No te guardes las cosas, háblalas en su momento.

Si te acostumbras a no hablar cuando notas que hay algo importante que deberías decir pero que no te atreves a expresar, entrarás en una dinámica en la que cederás siempre y cargarás con responsabilidades de manera innecesaria (porque postergarás la resolución de problemas). Practica el asertividad y asume que hay situaciones incómodas por las que debes pasar en favor de la honestidad y de la solidaridad y la colaboración con los demás.

10. Mantén el contacto

Es necesario para llevarte bien con los demás preguntar cómo están los demás. Aunque parezca una cuestión bastante obvia, en ocasiones los días se pasan y no tenemos noticias de alguno de nuestros colegas, vecinos, amigos… Puedes hacerles una llamada, escribirles algunos mensajes, o ir a visitarlos para comprobar que se encuentran bien, si el trato es cercano.

 

 

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25 de noviembre: Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer

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Redactado por: Psicóloga Violeta Gutiérrez.

El origen del 25 de noviembre en tanto fecha de conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se remonta a 1960, año en el que las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal fueron brutalmente asesinadas en República Dominicana por su activismo político en oposición al gobierno del dictador Rafael Leónidas Trujillo. Las hermanas Mirabal, apodadas “Las Mariposas” por ser éste el nombre utilizado por Minerva en sus actividades políticas clandestinas en contra de la tiranía trujillista, se convirtieron en el máximo exponente de la violencia contra la mujer en América Latina.

El 25 de noviembre fue la fecha elegida por el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en Bogotá Colombia en el año 1981, para conmemorar sus vidas y promover el reconocimiento mundial de la violencia de género. La comunidad internacional no había observado de manera explícita las alarmantes dimensiones de la violencia contra las mujeres a escala mundial hasta diciembre de 1993, fecha en que la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Hasta ese entonces, la mayoría de los gobiernos consideraba a la violencia contra las mujeres como un asunto privado entre particulares y no como un problema generalizado que afecta y conculca gravemente los derechos humanos, y que requiere la intervención de los Estados como responsables de la protección, prevención, control, detección y sanción de toda forma de violencia por razones de género. La violencia de género es un problema social de grandes dimensiones, producto de una organización estructurada en relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y varones que responden a patrones sociales y culturales profundamente arraigados en la sociedad y que atraviesa sin distinción todos los niveles económicos, culturales y educativos.

La violencia atenta contra la libertad y los derechos humanos, y provoca daños, sufrimiento y/o muerte en cada mujer que la padece. Las principales manifestaciones de violencia contra la mujer son las lesiones personales, el homicidio, la violación, el abuso y acoso sexual, la trata de personas, la prostitución, el secuestro, la tortura y las diversas formas de discriminación; toda forma de exclusión o limitación contra la mujer por razón de género que afecta y menoscaba el reconocimiento y el ejercicio legítimo de sus derechos. La discriminación constituye un atentado al derecho a la igualdad que existe entre mujeres y hombres y un desconocimiento de la equiparación de los derechos políticos, civiles, económicos, culturales y jurídicos que existen entre ambos.

Un caso particularmente dramático de la violencia social lo constituye la violencia doméstica en sus diferentes expresiones (física, psicológica, sexual, económica o patrimonial), y pese a que es sabido que sucede de manera habitual, no se menciona, pues la sociedad no concibe al hogar como un espacio privado de afecto y amparo. Estudios e investigaciones llevados a cabo por distintos organismos internacionales indican que las situaciones de violencia familiar se concentran en forma especial en las mujeres, y aportan datos recogidos a nivel mundial que reflejan que al menos 6 de cada 10 mujeres es o ha sido agredida por su pareja.

Según la Organización Mundial de la Salud, casi la mitad de las mujeres que mueren por homicidio son asesinadas por sus maridos o parejas actuales o anteriores, porcentaje que en algunos países se eleva hasta el 70%. Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo da cuenta que entre un 35% y más de un 70% de las mujeres latinoamericanas dependiendo del país donde viven, sufre algún tipo de violencia en el hogar. Más aún, un estudio realizado por el Banco Mundial muestra que uno de cada cinco días activos que pierden las mujeres por problemas de salud resultan de las manifestaciones de la violencia doméstica. La violencia de género también afecta directamente a las niñas, cada año, millones de ellas son mutiladas genitalmente, además de ser víctimas de selección del sexo, abortos forzados e infanticidio. Una de las violaciones de derechos humanos más grave es la trata y el tráfico de mujeres y niñas, que está directamente relacionada con las desigualdades de género y las causas socioeconómicas, las políticas restrictivas a la inmigración y la pobreza. Según la Organización Internacional del Trabajo, la trata con fines de explotación económica o sexual afecta alrededor de 2,5 millones de personas en el mundo cada año. La mayor proporción son mujeres que son explotadas sexualmente 85% según las Naciones Unidas, y de ese porcentaje, el 50% son menores de edad. Se registran además diversos tipos de explotación, tales como el trabajo doméstico, los matrimonios serviles y otras formas de esclavitud.

La magnitud del problema de la violencia de género no es conocido en toda su amplitud debido a la falta de estadísticas, el ocultamiento social, el sentimiento de culpa y el temor de las víctimas, aunque los estudios realizados indican que la violencia ejercida contra las mujeres y las niñas es muy frecuente. Algunos países sancionaron leyes contra la violencia de género, lo que significó un importante avance en cuanto a la protección de los derechos de las mujeres y su efectivo ejercicio, y al reconocimiento por parte de los Estados para dar respuesta a las múltiples demandas de la sociedad y para su incorporación como política pública.

Si bien las violaciones de derechos humanos afectan tanto a hombres como a mujeres, su impacto y su carácter cambian y asumen características diferenciales según el sexo de la víctima. Los expertos de Naciones Unidas en la temática concluyen que toda persona puede ser víctima de actos de violencia, pero el sexo se convierte en uno de los factores que aumenta de modo significativo su vulnerabilidad. Desde 1993 año en que en la Conferencia Mundial de Viena los países reconocieron que los derechos de las mujeres son parte indivisible e inalienable de los derechos humanos universales- y hasta el día de hoy, se ha recorrido un largo camino; sin embargo, a pesar de los progresos a nivel de leyes y normas, todavía estamos lejos de haber alcanzado el reconocimiento de la igualdad real entre mujeres y varones. La violencia contra las mujeres es una de las caras más dolorosas de la discriminación que ha ido aumentando en todo el mundo, aún cuando en los últimos años existió una mayor difusión y análisis sobre el tema.

Esta problemática nace de la estructura social y se reproduce en todos sus ámbitos, desde la propia familia hasta las prácticas institucionales, por lo cual su erradicación debería ser uno de los principales objetivos de los órganos internacionales y de los gobiernos, quienes tendrán que redoblar sus esfuerzos para crear condiciones favorables que garanticen la integridad de las mujeres y niñas, y para la reafirmación de sus derechos en todos los ámbitos de la sociedad. Contribuir en el establecimiento de una cultura de igualdad de género nos permitirá avanzar en la construcción y consolidación de sociedades más justas e igualitarias para todos y todas.

 

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