El mensaje fue lanzado por la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH).

El ente de migración mexicano informó el lunes que suspendió a dos agentes federales por actuar de manera indebida durante un operativo el pasado sábado al contener a migrantes en que salieron de la ciudad de Tapachula con destino a Estados Unidos.

Los dos agentes fueron captados en fotografías y vídeos cuando golpeaban a un migrante, a quien fuerzas de seguridad le impidieron continuar su camino por la carretera.

Las agencias de la ONU aplaudieron “la suspensión de funciones y la aplicación de medidas para la investigación de funcionarios que estarían involucrados en acciones que implicaron un uso excesivo de la fuerza”.

Sin embargo, hicieron un llamado a “la implementación de medidas inmediatas de prevención, de no repetición y rendición de cuentas”.

“En toda investigación se deben tomar en cuenta los informes sobre uso de la fuerza, los protocolos de actuación, la cadena de mando y las órdenes operativas”, subrayaron.

Consideraron “profundamente preocupantes” las imágenes de la disolución de la caravana y consideraron que estos hechos demuestran “la necesidad de fortalecer la capacidad” de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).

El flujo migratorio aumentó en México desde octubre de 2018, cuando caravanas con miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, comenzaron a ingresar al país para llegar a Estados Unidos, por lo que el entonces presidente Donald Trump presionó a México para que los frenara.

Cuando el presidente Joe Biden llegó a la Casa Blanca, suspendió el programa “Permanecer en México” de su antecesor que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar su audiencia desde territorio mexicano, miles de los cuales quedaron varados en campamentos fronterizos.

Con ello, el flujo migratorio volvió a repuntar de manera que Estados Unidos detuvo el pasado julio en su frontera sur a 212.672 indocumentados, la cifra más alta en 20 años.

Nota de Sin Embargo