Luego del reciente proyecto enfocado en la concientización sobre el autismo, el DIF Municipal de Camargo ya se encuentra afinando los últimos detalles de su siguiente gran iniciativa: la Semana de la Niñez, una jornada completa dedicada a celebrar a los más pequeños del municipio.

Así lo dio a conocer Jorge Espinoza, director del DIF, quien destacó que este evento, impulsado por el alcalde Jorge Aldana y la presidenta del DIF Paulina Chavira, busca ir mucho más allá de una celebración simbólica.

“El municipio ha crecido bastante. Tenemos 27 comunidades rurales, muchas colonias y un seccional, así que una sola fecha ya no es suficiente. Por eso vamos a realizar toda una semana de actividades para las niñas y los niños”, explicó Espinoza.

La propuesta contempla recorridos y eventos en cada rincón del municipio, desde el seccional de La Perla, pasando por Laguna del Tecuán y San Leonardo, hasta llegar a Hacienda del Río del Parral. Además, se planean actividades en calles principales, colonias y espacios públicos, para garantizar la participación de todas las infancias camarguenses.

Aunque las fechas exactas aún están por definirse debido a días inhábiles y ajustes por calendario, Espinoza aseguró que el evento está avanzado en un 94% y que será una celebración de gran alcance, en la que también se invitará a la ciudadanía a sumarse activamente.

“Lo que buscamos es estar cerca de la gente, de las niñas y los niños, y llevarles momentos de alegría. Agradecemos siempre a los medios por ayudarnos a visibilizar estas acciones que hace este gobierno municipal”, concluyó.

La sequía sigue agravando la situación para los productores agrícolas en Camargo, quienes apenas logran mantener con vida sus cultivos, principalmente los nogales, gracias a esfuerzos comunitarios y al uso limitado de norias, tajos y pozos existentes.

Así lo dio a conocer Mingo Márquez, presidente de la Asociación Agrícola local, quien destacó que, ante la escasez de agua, se han establecido acuerdos para riegos de apenas tres horas por hectárea, una medida desesperada que apenas alcanza para mantener vivas las plantas.

“No hay agua, esa es la realidad. Y a mucha gente todavía no le cae el veinte. Hay que ser conscientes y optimizar el riego con melgas pequeñas, de un metro o metro y medio por lado, para que el poco recurso disponible rinda”, explicó Márquez.

Hasta ahora, no se tiene registro de cultivos nuevos como chile o cebolla en la región; los pocos que se han establecido, dijo, lo han hecho con apoyo de pozos privados. La prioridad general sigue siendo salvaguardar las nogaleras, aunque se prevé que muchas no logren producir este año, debido al calor extremo que se avecina.

“En dos meses el calor va a ser más fuerte, vamos a rebasar los 40 grados. Los nogales van a requerir más agua y los tajos y norias se están secando. Vamos a tener huertas que solo sobrevivirán, sin dar fruto”, advirtió.

Respecto a los pozos en operación, detalló que se trata de unidades comunitarias y algunas particulares, estas últimas con disposición de ayudar, aunque lógicamente dan prioridad a sus propios cultivos, en algunos casos mediante convenios donde los agricultores pagan el costo de la energía eléctrica.

Sin nuevos pozos ni lluvias significativas en el horizonte, la esperanza se concentra en el cielo. “Lo único que nos queda es esperar que llueva temprano, porque esta situación ya está afectando a toda la población, no solo al campo. Las galerías filtrantes también se están secando”, concluyó.

Los semáforos cumplen una función fundamental ya que están diseñados para gestionar el flujo del tráfico y garantizar que los conductores tengan la información visual necesaria para circular con seguridad al manejar, indicando cuando deben avanzar (luz verde), cuando deben reducir su velocidad (luz amarilla) y cuando detenerse por completo (luz roja).

La omisión de los semáforos en rojo provoca 800 muertes y 200.000 lesiones al año, y diariamente se producen más de 1.000 accidentes con heridos en intersecciones señalizadas, con peatones, pasajeros, otros automovilistas y ciclistas involucrados en dichos siniestros.

En varios casos, la causa de un accidente en un semáforo es debido a que los conductores intentan “ganarle al amarillo” y pueden llegar a calcular mal el momento antes de que el semáforo cambie de color, incluso manejando a exceso de velocidad, lo cual incrementa el riesgo de un percance. Hay que recordar que la luz ámbar es precautoria, y es señal para reducir la velocidad y detenerse por completo al llegar a la intersección donde se encuentre el semáforo.

Como conductor, es tu responsabilidad mantenerte alerta y practicar la conducción a la defensiva, prestando especial atención a tu alrededor, para reducir el riesgo de pasarse los semáforos en rojo. Así podrás anticipar peligros potenciales, reaccionar de manera adecuada y contribuir a un entorno de conducción más seguro, cuidando tu persona y a los demás.

Recuerda: Cuando te pasas un semáforo en rojo, no sólo te estás poniendo en peligro a ti mismo, también pones en riesgo la vida de otros. Mantente alerta. Sé responsable… ¡BÁJALE!